Vivir en el desierto, con playa y complejo hotelero en México.

Cuando pensamos en las playas de México, regularmente recurrimos a considerar las paradisíacas playas con grandes complejos hoteleros, que residen entre las selvas tropicales de nuestro país; sin embargo tenemos una playa que es particularmente especial, puesto que tiene la mezcla perfecta entre un ambiente natural que incluye una zona volcánica, dunas, las construcciones arquitectónicas del siglo XXI y el intercambio cultural resultado de la migración contemporánea. 

Puerto Peñasco es una playa increíble que se encuentra en Sonora, uno de los municipios más jóvenes de la zona, pues apenas obtuvo su categoría como tal en 1932, incluso uno de los personajes más celebres del lugar, es la primera persona que decidió asentarse en la zona, una señora de más de 80 años a la que le gusta contar su historia de como fue creciendo el municipio. 

Cerca del lugar se encuentra una zona volcánica inactiva llamada "El pinacate", que cuenta con más de 600 craters y sitios arqueológicos que puedes visitar a menos de 50 kms de la zona. Si eres más aventurado, a una distancia similar se encuentra la zona de dunas que son parte del "Gran desierto de altar", uno de los lugares en los que podrás hacer sandboard y deslizarte hasta las aguas del mar. 

Además, es muy común encontrar una gran fiesta en el mes de marzo ocasionada por el Springbreak, al que asisten gran cantidad de jóvenes norteamericanos provenientes principalmente de Arizona. Es muy peculiar la zona demográfica, puesto que puedes observar la fusión de un ecosistema natural desértico, con los grandes complejos hoteleros que posteriormente, vuelven a dejar grandes tramos de arena que rematan con una zona volcánica impresionante al fondo. 

La fusión en las ciudades que provocan el turismo, hace que los ecosistemas y el hombre convivan en zonas que no nos imaginamos antes. Si asistes en algún momento a esta playa, recuerda ser responsable con el medio ambiente y llevar un buen bloqueador solar, puesto que a pesar de nadar en aguas cristalinas, el calor seguirá golpeando con la fuerza de un desierto.